09 noviembre 2018
Contó con la presencia de Gladys Zena, Secretaria de Formación, Alexis Blanklejder, coordinador de la Diplomatura, y dos de los compañeros más destacados en la primera cohorte (que finalizó en julio), Joaquín Turco (ENRE) y Hernán Capogroso (Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto). En el panel, se recapituló el proceso y las necesidades sobre las cuales se llevó adelante la Diplomatura.
A tres años de la refundación de ATE Capital, nuestra gestión asumió y se comprometió al desarrollo de un proyecto gremial con política de formación. De esta forma, desde la Secretaría de Formación, desde el 2016 venimos participando del Espacio Intersindical de Salud, Trabajo y Participación de los/las Trabajadores, entre otras cosas, para colaborar en la elaboración de la Guía Verde de la CyMAT.
Asimismo, y a partir de un relevamiento de las necesidades de capacitación organizado por la Secretaría, y con el objetivo gremial de potencial una de las herramientas que nos brinda el Convenio Colectivo – CyMAT, trabajamos en el diseño y elaboración para reformular el programa de CyMAT de la UBA a las necesidades de los y las estatales.
Actualmente, la Diplomatura cuenta con una cohorte de graduados y graduadas, y una segunda que se cursa actualmente, con alrededor de 100 delegados y delegadas de todos los estamentos del Estado.
El segundo panel, titulado “Los desafíos del Trabajo en la Argentina actual; distintas perspectivas de análisis”, contó con la presencia de Humberto Rodríguez en representación de ATE. Este evento académico, giró alrededor de un debate sobre los desafíos teóricos, políticos y prácticos del mundo del Trabajo, analizando las transformaciones que se están gestando en los modelos productivos, organizacionales, condiciones de Trabajo, relaciones de trabajo, transformaciones en el mercado de trabajo, sus tendencias y perspectivas.
Las preguntas giraron sobre qué desafíos y perspectivas abre este contexto para el sindicalismo, así como, en términos transversales, para el movimiento de mujeres.
Entendemos que es fundamental para el sindicalismo que queremos, poder ocupar los espacios (sean sociales, políticos o académicos) vinculados al mundo del trabajo, en un intercambio que resultará beneficioso para el conjunto de los y las trabajadoras.